viernes, 3 de febrero de 2017

¿Tuvimos ola de frío en Enero?

Se ha debatido mucho respecto a si lo que tuvimos en Enero, fue o no, una ola de aire frío. A continuación, aporto mi humilde punto de vista al respecto.

La configuración de la situación venía dada por:

 1. Posicionamiento en sentido N-S del anticiclón azoriano,  abarcando el oeste de la Península Ibérica y Francia, además del conjunto formado por las Islas Británicas.

2. Esto favorece el desalojo de una potente vaguada de origen polar-marítimo, que viajará hasta el NE de la península Ibérica y será la causante de la formación de la Baja de Génova.

3. Al mismo tiempo, el anticiclón situado al norte, envía una dorsal hacia la península escandinava y toma posición NE-SW, de modo que  produce un potente bloqueo, a la vez que bombea aire de origen continental (muy frío y seco) hacia el Mediterráneo.

4. Esto produce el profundizamiento de la baja y su posterior desplazamiento por toda la península itálica. A su vez, se estaba generando una baja secundaria en el norte de África, que acabaría afectando las costas surorientales de la península Ibérica.

5. El resultado acaba siendo la llegada de vientos del NE a toda la vertiente mediterránea peninsular. Al mismo tiempo la baja del norte de África se desplazará en sentido NE.

Lo más destacado de esto, es que se producen precipitaciones muy intensas en todo el sureste peninsular, apareciendo la nieve a nivel de mar en varios momentos y ciudades.

Esta abundancia de precipitación, viene explicada fundamentalmente, por la orografía del sureste peninsular. Importantes relieves aparecen en primera linea de mar, elevándose hasta los 700 msnm en el litoral y hasta los 1500 en el prelitoral, adquiriendo una orientación SW-NE. Esto produce que bajo configuraciones con dominio del componente NE, se den importantes precipitaciones en las sierras de Alicante. tal y como ha sucedido.

Este mapa ilustra la cantidad de precipitación caída durante el episodio. Queda en evidencia la relación de la precipitación con la disposición de los relieves. En el norte de la provincia de Alicante, la distribución de la precipitación adquiere un marcado sentido SW-NE, fenómeno creciente si nos acercamos hacia la línea de costa, donde se registran los máximos, como consecuencia de la captación de la mayor parte de humedad procedente del Mediterráneo.

Las precipitaciones de la región de Murcia, se explican por el acercamiento de la baja secundaria, produciendo vientos de levante, que nuevamente, por la disposición de los relieves, se ejercía efecto palanca, produciendo intensas precipitaciones en toda la región. Parte de estas precipitaciones fueron de nieve a nivel de mar. Municipios como Cartagena y San Javier, vieron nevar durante varias horas, con un ambiente que permaneció muy frío para la zona, durante unos 3 o 4 días.

Esta misma baja secundaria, produjo lluvias y nevadas en cotas bastante bajas en toda Andalucía, sobretodo en la mediterránea. La nevada llegó con intensidad a ciudades como Ronda o Antequera. La Sierra de Grazalema también recibió una copiosa nevada, lo que produjo complicaciones en la red de carreteras. En la provincia de Málaga llegó a nevar por encima de 400 metros, quedando el elemento blanco, a muy pocos kilómetros de la capital. En varias ciudades de la campiña gaditana y sevillana también se observaron nevadas muy débiles y de carácter anecdótico. Incluso, algunas ciudades de la costa atlántica onubense vieron nevar. En pueblos como Lepe o Isla Cristina pudieron disfrutar del copear durante unos minutos.

El flujo de vientos marítimos era tan intenso, que en algunos momentos conseguía traspasar los sistemas montañosos del este, de modo que la precipitación llegaba hasta zonas del interior. Esto sucedió en zonas de La Mancha, Madrid o Teruel.

Durante los días siguiente, la baja se desplazó en sentido norte, hasta llegar a Castellón con flujo de levante. Esto produjo nevadas muy intensas por encima de unos 500 metros en toda la provincia. La zona del Maestrazgo recibió una copiosa nevada. En la actualidad, se continúa manteniendo en el suelo con importantes grosores.

Finalmente, la baja llegó a Cataluña, donde dio lugar a importantes nevadas que afectaron al Pirineo y de forma más débil y esporádica, al resto de sistemas montañosos situados por encima de los 600 metros. Si bien es cierto, que en momentos de precipitación intensa, la nieve se dejó ver a unos 200 metros. Dependió mucho de la localización geográfica. En la costa central de Cataluña, la cota de nieve no bajó en ningún momento de los 600 metros, sin embargo en zonas del interior apareció hasta los 300 metros.

Evidentemente, era un episodio de frío que duró una semana. Sin embargo, este frío no se puede catalogar de excepcional, aunque si duradero en una pequeña porción del territorio.

¿Qué es una ola de aire frío?

Para que una masa de aire determinada, se considere que supera los umbrales que dictaminan la normalidad térmica, es necesario que esta persista, provocando valores de temperatura, por debajo de la media correspondiente a la época y que estos valores, abarquen una porción importante del territorio durante un tiempo más o menos prolongado. Es decir, para saber si hemos tenido o no una ola de aire frío nos fijaremos en dos factores:

Factores térmicos: con temperaturas inferiores a la media durante tres días o más.

Factores geográficos: que estos valores, inferiores a los medios, afecten a una porción considerable del territorio.

Si nos fijamos en estos dos factores, observamos temperaturas moderadamente bajas en el sudeste peninsular. Por ello, podemos concluir que en localizaciones concretas de la península si tuvo carácter de ola de aire frío, por la persistencia de los valores inferiores a la media. Sin embargo, difícilmente pueda considerarse así en el resto de la península. En Cataluña tan solo hubo un día con helada costera (a rasgos generales, ya que en algunos municipios esta cifra asciende a cuatro días). por lo que en ningún caso podríamos decir que fue un frío intenso y duradero generalizado.

Para que se den lluvias tan abundantes, nunca encontraremos una masa de aire ni excesivamente fría, ni excesivamente cálida. Para que una masa de aire sea productora de lluvias muy intensas, debe de ser en todo caso templada, lo que garantiza la energía suficiente para poder producir ascensos verticales del aire. Cuanto más seca sea una masa de aire, mayor capacidad térmica tendrá, por el contrario si es una masa de aire de carácter húmedo, las temperaturas no serán extremas y por lo tanto tendrá menos capacidad térmica. Si bien es cierto, que a 1500 metros, fueron entrando pequeñas bolsas de hasta -10ºC. Este podría ser otro argumento en contra de los que dicen que fue ola de aire frío. Si lo hubiese sido, las isotermas más frías hubiesen penetrado en territorio peninsular de una forma mucho más evidente y generalizada. Finalmente entraron isotermas generalizadas de -4ºC y aisladas de -8 a -10.

Lo que si tuvo un carácter extraordinario fueron las precipitaciones. A continuación coloco unos mapas emitidos por AEMET que ilustran lo comentado en torno al carácter húmedo que ha tenido el mes de Enero, concentrándose una parte importante de esta precipitación, durante el episodio frío que he intentado desglosar con esta entrada.


Este mapa ilustra la distribución de la precipitación acumulada durante el mes de Enero. Los mayores registros se sitúan sobre los sistemas montañosos costeros del norte de Alicante.

Este mapa refleja las zonas en las que la precipitación acumulada durante el mes de Enero, es igual o superior a la que debería de caer en el transcurso de un año. Nuevamente, el fenómeno se presenta con mayor intensidad en zonas de Alicante, y de forma más irregular, aunque también extensa, en Valencia. 

El resultado es un mes de Enero de carácter muy húmedo en términos generales. En algunos puntos de Castellón y Alicante ha sido extremedamente húmedo, lo que entra en contradicción con el mapa anterior. La explicación es que las precipitaciones anuales del norte de la comunidad, son superiores a las del Sur, por eso, si se pone en relación el episodio de precipitación, con la acumulación anual, no se observan extremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario